Desde los 15 a los 25 años una infinidad de médicos de distintas especialidades me enviaron de una analítica a otra.
En esta obra se simboliza el largo camino de la incertidumbre recorrido durante 10 años, en la que una infinidad de especialistas se reían de mis resultados, como si mi dolencia fuera un mal chiste. En Penitencia llego al final del camino, llego a la liberación al recibir el diagnóstico, aunque este fuera negativo.
Ahora camino ligera, sin varios metros de dudas a mis espaldas.