La primera vez que me inyecté hormonas, observé la aguja acercándose a mi tripa como el escalofrío que siento al mirar hacia abajo en un acantilado. Al terminar, me miré el vientre y me vi toda llena de agujeros. Como si Lucio Fontana se hubiera encaprichado de mi barriga.
Lo que sentía mientras la aguja se acercaba a mi tripa
era el mismo escalofrío que siento al mirar hacia abajo
en un acantilado. Al terminar, me miré el vientre y me vi
toda llena de agujeros. Como si Lucio Fontana se
hubiera encaprichado de mi barriga.
“C’e n’est pas varicelle” es una serie fotográfica que supone una revisión de mis álbumes de la infancia. Materializar el cambio que ha supuesto volver a ver a la Alicia-niña tras saber el veredicto sobre mi estado actual.